Perlerias

Centro histórico de Cienfuegos.

Cienfuegos es la ciudad cubana más importante del siglo XIX, y por su relativa juventud resulta la más moderna y mejor trazada de las urbes isleñas.

Se le conoce con el sobrenombre de la Perla del Sur, en justa referencia a sus cualidades paisajísticas y urbanas. Durante el último medio siglo ha llegado a ser incluso la de mayor auge industrial del país.
Fundada en 1819 bajo el nombre de Fernandina de Jagua por el francés Don Luis De Clouet, está situada en la orilla noroeste de una  bahía cuya amplitud le ha permitido convertirse en  uno de los complejos portuarios más importantes del Caribe.
Es cabecera de la provincia homónima y ocupa el 3,77 por ciento de la superficie de Cuba (o sea, 4 177,2 kilómetros cuadrados).  Limita al sur con el Mar Caribe, al norte con la provincia de Villa Clara, al este con la de Sancti Spíritus y al oeste con la de Matanzas.
La temperatura promedio es de 26 grados centígrados. Las máximas registradas en el verano oscilan entre 31 y 33 grados, pero los inviernos son suaves por la cercanía de las masas de agua, con mínimas oscilantes entre 18 y 21, que pueden llegar hasta 10-13 grados, bajo la influencia de frentes fríos. Las máximas fluctúan entre 21 y 24.
El promedio anual de precipitaciones es de 1 400 milímetros, aunque en años muy lluviosos ha llegado a los 1 800 ó 2 000. La humedad relativa promedio es del 77 por ciento.
Los vientos soplan por la madrugada en dirección este nordeste, y las brisas (de 11 a.m. hasta aproximadamente las 5 p.m.) del oeste suroeste, desde la bahía. De tal manera, nuestro clima es templado.

Entorno de la bahía.

La bahía de Cienfuegos tiene una longitud norte-sur de 22 kilómetros y un ancho de dirección este-oeste de 13, con una superficie aproximada de 88 kilómetros cuadrados. Alrededor de ella se encuentra el territorio provincial. Entre pleamar y bajamar, la diferencia del nivel del mar es de una media de 0,25 metros, con máximas de 0,40.
Pese al predominio costero de la zona, las penetraciones del mar son poco factibles y en todo caso, ligeras. La interposición de una bahía de bolsa, con un sinuoso canal de 3 kilómetros de longitud que la une con el Mar Caribe, y que solamente permite la entrada de unas miles de toneladas de agua en pleamar, resulta una sólida protección contra esos eventos. Existe una fosa de gran profundidad frente al litoral caribeño de la provincia, el que, además, es bastante alto.
El de Cienfuegos es el segundo complejo portuario del país, después del de La Habana, y el más importante de nuestra extensa costa sur. Da aliento a una de las más modernas y prósperas provincias de la nación, con un futuro promisorio merced a su impresionante parque industrial, a sus excelencias naturales y al desarrollo de sus fuerzas productivas.
Tan ventajosas condiciones  atraen a las más importantes empresas, como la Telefónica o la Eléctrica, junto a otras dedicadas a la comercialización, como CIMEX S.A. e  ITH.
En sus tres centros universitarios se forman jóvenes latinoamericanos, africanos y del Medio Oriente. Sólo su Facultad de Ciencias Médicas gradúa al año más profesionales que la Universidad de La Habana antes de 1959.

Parque José Martí.

La influencia gala en Cienfuegos es significativa, al punto de influir en su desarrollo arquitectónico y agrícola en los primeros años del desarrollo de la villa. Todo este patrimonio le permite incursionar en la industria turística con un producto peculiar, cuyos encantos no defraudan a quienes la visitan o la incluyen en el trayecto desde o hacia la vecina villa colonial de Trinidad.
Rica en palacios (Blanco, Ferrer, Goitizolo), parques (José Martí, Villuendas), teatros (Tomás Terry, Luisa) e iglesias, y con su Paseo del Prado, que se prolonga hasta el mar, muestra al mundo los encantos del Palacio de Valle, exponente del eclecticismo arquitectónico prevaleciente en la ciudad, donde armonizan los estilos mudéjar y bizantino con el veneciano, el gótico y el barroco.
En la bahía, la fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua, concluida en 1745, es un sólido exponente de la arquitectura militar del siglo XVIII en Cuba. Al fundarse era la única construcción de su tipo en el centro de la Isla para resguardar el Mar Caribe de los ataques de corsarios y piratas.
El Jardín Botánico, decano de este tipo de instalaciones en Cuba, complementa la oferta de Cienfuegos, con sus 97 hectáreas  -siete de ellas de bosque natural reservado-, que contienen más de 2 000 especies de plantas, pertenecientes a 670 géneros y 125 familias.
El entorno cultural de la provincia se completa con el cementerio de Reina (único de su tipo en la Isla) y la necrópolis Tomás Acea (única construcción cementerial diseñada como jardín en la mayor de Las Antillas), ambos declarados monumentos nacionales.
El primero de ellos fue construido en 1830 y constituye un verdadero museo de arte funerario, con reminiscencias del sistema de enterramientos por nichos verticales prevaleciente en la época colonial española.
Cienfuegos dispone también de la playa de Rancho Luna, con finas arenas y aguas apacibles, y de una plataforma litoral particularmente accidentada y poblada por una numerosa vida submarina.
Los fondos marinos invitan al buceo, con formaciones coralinas de baja y media profundidad en la Ensenada de Barreras y Las Playitas. El fondo muestra un relieve abrupto con abundantes esponjas, gorgonias y corales.
Centros de buceo ubicados en Faro Luna, Guajimico y Whale Shark, brindan a los interesados cursos de iniciación e inmersiones diurnas y nocturnas en barcos hundidos y en arrecifes, así como paseos en catamaranes, bicicletas acuáticas y kayacs.
Existen zonas de concentración de corales que forman espectaculares barreras, pobladas por infinidad de especies de todos los tamaños y colores, a lo cual se suma el elevado número de barcos hundidos existentes en la zona. También es posible admirar en la región el coral de columna más grande de todo el continente americano, con 5 metros de alto, llamado “Notre Dame”.
En Cienfuegos se localiza el refugio de fauna “Laguna de Guanaroca-Yaguanabo-El Nicho”, con una extensión de 6 000 hectáreas, que contienen entre sus mayores atractivos unas 65 especies de plantas de alto endemismo, además de ser el sitio escogido por flamencos y otras aves marinas para anidar.
En esa zona se encuentran sitios de interés arquelógico con restos de la cultura aborigen, refugios de corsarios y piratas, y en especial, la cueva Martín Infierno, donde está la mayor estalagmita de América Latina y probablemente del mundo, con 67 metros de alto.
Para las actividades náuticas la provincia cuenta con las facilidades de la Marina Marlin Cienfuegos, ubicada en el barrio residencial y turístico de Punta Gorda, con 30 puntos de atraque para embarcaciones y servicios de agua potable, combustible, electricidad, seguridad y aduana.
La bahía de Jagua representa un recurso estratégico para los deportes marítimos en la región y en Cuba, con sus 88 kilómetros cuadrados de superficie, que permiten conformar una pista acuática de una milla náutica, ideal para campeonatos internacionales y mundiales de lanchas rápidas y aquabikes.
La Perla del Sur tiene en el Escambray, que bordea el noreste de la provincia, un buen pretexto para que los amantes de la naturaleza emprendan el camino de la montaña, en un entorno donde comparte con su vecina Villa Clara los atractivos del Refugio de Fauna “Hanabanilla”.

Urbanismo y naturaleza en armonía.

Así es Cienfuegos, una ciudad que busca conciliar las bondades que le prodigó la naturaleza con un pujante desarrollo industrial.