Posteado por: Omar George Carpi | abril 18, 2013

Memorias: apuntando a la identidad


 

Icono del programa Memorias.

Icono del programa Memorias.

Continúa el Festival Provincial de la Televisión en Cienfuegos y esta vez la actividad a la que haré referencia me toca de cerca, porque consistió en la presentación de varios de mis programas Memorias en la Oficina del Conservador de la Ciudad. Así que, aunque la primera persona me resulte incómoda para referirme a lo que allí sucedió, espero contar con la comprensión y el favor de ustedes para superar mi embarazo.

Si algo me alivia la conciencia es, primero, pensar que Memorias es ya un proyecto que no me pertenece, pues las fuentes de las que se ha nutrido y el público al que se ha dirigido son netamente locales y este hecho creo que le otorga a Cienfuegos un derecho de autor sobre mi propuesta que nadie le discute.

Pero además, estos mini programas, que ya suman cerca de cuatrocientos, constituyen materia prima esencial de Perlerias, este blog que pretende contarles de mi ciudad y de la televisión, mis dos grandes pasiones.

Así que parte de lo que habitualmente ven ustedes en este sitio es una muestra de lo que cada fin de semana, de viernes a domingo, a las ocho y treinta de la noche, emite nuestro canal citadino,  con una habitualidad que ya rebasa los cuatro años.

Gracias a sus colaboradores, Memorias se ha mantenido al aire durante cuatro años. En la foto, junto al realizador del programa, Anabel Ataury, especialista del Departamento de Fondos Raros y Valiosos de la Biblioteca Provincial y Lilo Otero, apasionado investigador de la historia local.

Gracias a sus colaboradores, Memorias se ha mantenido al aire durante cuatro años. En la foto, junto al realizador del programa, Anabel Ataury, especialista del Departamento de Fondos Raros y Valiosos de la Biblioteca Provincial y Lilo Otero, apasionado investigador de la historia local.

De todos los programas que aquí escribo, conduzco o dirijo, este es mi preferido. Por una muy sencilla razón: es el único que apunta a la diana de la identidad de mis coterráneos y acierta con creces. Prueba de ello la tengo todos los día en los comentarios, las sugerencias y hasta en los préstamos y donaciones de fotos, documentos y otros testimonios que mis conciudadanos me hacen, a veces a expensas de deshacerse, provisional o definitivamente, de recuerdos valiosos.

Pero es que Memorias trata de compensarles toda esa entrega recreando la historia de la ciudad que habitan, de manera que cada plaza, cada esquina, cada calle pueda vincularse a la subjetividad de quien las recorre día a día, para quedar incorporada a sus recuerdos, sus añoranzas, sus expectativas.

Así comenzó Memorias, evidenciando cómo se transformaban, e incluso desaparecían lugares entrañables de la ciudad. Y funcionaba para todos: para quienes los llegaron a conocer y para los que no.

Pero a partir de ese patrimonio de la historia local en que suelen convertirse los periódicos con el tiempo, comencé a buscar sucesos y personajes de época, que a su vez me alentaron a incursionar en otros géneros. De la reseña, pasé entonces a la crónica.

Los grandes acontecimientos que han dejado una huella no sólo física, sino también espiritual en la ciudad se hallan por lo general profusamente documentados: el debut de la aviación en los cielos de la Perla del Sur; la gran epidemia de influenza de 1918; el huracán de 1935. Material suficiente para que cada historia mereciera una monografía.

Y así, entre reseñas, crónicas y monografías, ha discurrido Memorias durante todos estos años. Compartirlas ante auditorio tan conocedor y consagrado a preservar los hitos de nuestra identidad, fue para mí sumamente gratificante.

Los trabajadores de la Oficina del Conservador de la Ciudad, encabezados por su director, el arquitecto Irán Millán Cuétara, hicieron muchas preguntas y no pocas sugerencias a este redactor.

En un momento del encuentro, el realizador de Memorias intercambia con el director de la Oficina del Conservador de la Ciudad, arquitecto Irán Millán Cuétara.

En un momento del encuentro, el realizador de Memorias intercambia con el director de la Oficina del Conservador de la Ciudad, arquitecto Irán Millán Cuétara.

En las respuestas y el intercambio trascendieron muchas ideas valiosas: cómo conservar un patrimonio audiovisual que ya supera los cuatrocientos trabajos; dónde preservarlos mejor; cómo lograr la máxima socialización de sus contenidos…

Y mientras estas y otras buenas ideas prosperan o esperan la mejor oportunidad para concretarse, Memorias sigue en la pantalla de Perlavisión o en este blog que usted tiene a bien consultar, alimentando sus propuestas de ese inagotable maná que es Cienfuegos, su historia, su cultura y su gente.


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